miércoles, 22 de diciembre de 2010

ANALOGÍAS DE LA VIDA

La obra consiste en una serie de cinco contenedores transparente dispuestos en forma ascendente con distintos elementos que actuan como metafora de la vida.

  Los elementos que conforman este cuerpo de obra representan las diferencias que enriquecen la esencia misma de la vida humana. Son elementos que contienen en su significado un simbolismo y una conexión con el diario vivir, con aquello que nos rodea y además reflejan parte de la personalidad del hombre.
Cada elemento ha sido utilizado como representación de alguna etapa de la vida del ser humano, teniendo como base la tierra, elemento común en las cajas de vidrio; lo cual dice relación con lo que es el ser humano, ya que, todos somos intrínsecamente iguales, pero nuestra personalidad, rasgos físicos, color de piel pueden ser distintos, no obstante, siempre habrá una conexión entre unos y otros, una esencia que sobrepasa culturas, fronteras, creencias y razas.

Los contenedores transparentes permiten observar los distintos elementos que están en su interior," cada uno de los cuales representa un estadio distinto de la vida.
El primer contenedor de vidrio, está cubierto por algodón, y puesto en el peldaño más bajo, siendo representación de la infancia del hombre, periodo en el cual es un ser puro e inocente, pero a la vez receptivo y absorbente de las cosas que le rodean, asimilando su entorno más próximas, y tiñéndose de los tonos que en este se generan, formando de a poco su carácter, gustos y personalidad.
Opuesto al algodón están las piedras, en el último peldaño. Este es el estadio final del hombre, cuando su personalidad ya está formada, cuando logra un cierto grado de independencia y puede empezar a formar su propia vida, como un montón de piedras apiladas pueden formar un muro, el que protege del exterior y lo hace menos vulnerable, llegando incluso a edificar castillos inmensos; grandes hombres con convicciones e ideales intransables.
En el segundo peldaño está el contenedor cubierto con cascarolas. La corteza de los arboles es la exteriorización de nuestro ser, lo que los demás ven de nosotros, que muchas veces puede ser distinto de nuestro interior, ya que varía según las circunstancias y la percepción de los demás, pero que independientemente, si esta corteza cae o cambia como las modas, la esencia se mantiene invariable.
El contenedor siguiente, aloja objetos de muchos colores como collares y pañuelos, los que representan la felicidad. La cual es un bien muy escaso, y al que todos aspiran, y que algunos piensan que nunca llega por completo, y que si la encuentran esta es efímera, como las mostacillas de un collar que se corta, que caen al suelo y ruedan por el piso, y aunque intentemos reconstruir el collar no encontraremos todas las piezas y no podremos ordenarlo del mismo modo.
Y finalmente está la penúltima caja, que contiene trigo, siendo este la representación de la sabiduría. En nuestra búsqueda y el paso por esta tierra, aprendemos cada día un poco, y ese conocimiento se suma como un grano de trigo a nuestro quintal, el cual es el alimento que nos nutre, que llena nuestra mente y conforma nuestras ideas. Aunque también el trigo funciona como alimento en el sentido literal.